domingo, 28 de febrero de 2016

CARTA DE ADIOS


CARTA DE DOLORES QUE LE DEJO A SU MADRE



QUEJAS


PRIMERA ESCRITORA DEL ECUADOR



DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO


Dolores Veintimilla de Galindo (Quito12 de julio de 1829 - Cuenca23 de mayo de 1857) fue una poetisa ecuatoriana.
En su corta vida fue creadora de inspirados poemas y trabajos literarios, el poema que más se conoce es Quejas (poema). El fracaso en su matrimonio con el médico colombiano Sixto Galindo. Así como su pensamiento adelantado a la época, marcarían la personalidad y los trabajos posteriores de Dolores, llevándola finalmente al suicidio.
dio.

Primeros años

Nació en 1829, hija de José Veintimilla y de Jerónima Carrión y Antepara, lojanos acomodados residentes en Quito.
En el año de 1837 inició sus estudios en el Colegio "Santa María del socorro" que funcionaba en el edificio del beaterio bajo la dirección del Sr. Isaac W. Wheelwright, pedagogo traído de Chile por el presidente Vicente Rocafuerte, que estuvo poco tiempo en el país. De allí pasó a la escuela que las madres dominicanas mantenían en el Convento de Santa Catalina de Siena, donde aprendió a leer y a escribir, muchos villancicos, la doctrina y el catecismo y algunas granjerías en las que eran expertas las monjas, tales como bordar, tejer, coser, cocinar. Con su parienta Rosa Carrión estudiará música y aprenderá a tocar piano y vihuela. Con Antonio Salas, dibujo y pintura y entonces sus padres creyeron que le habían proporcionado todo el saber que requería una señorita de sociedad.
Crecía protegida y mimada. En "recuerdos", memoria en prosa que redactó en 1.847, dice de esta época:
"Adorada de mi familia, especialmente de mi madre, había llegado a ser el jefe de mi casa; en todo se consultaba mi voluntad; todo cedía al más pequeño de mis deseos, era completamente dichosa bajo la sombra del hogar doméstico y en cuanto a mi vida social, nada me quedaba que pedir a mi fortuna.... Una figura regular, un pundonor sin límite y un buen juicio acreditado, me hicieron obtener las consideraciones de todas las personas de las distintas clases sociales de mi patria…. A la edad de 14 años un sentimiento de gratitud vino por primera vez a fijar mi atención en uno de mis amigos…. La confianza que mi madre tenía en mi me daba completa libertad, era, pues, señora de mis acciones y de mis horas y podía ver a mi amigo, que lo era también de mi madre, a mi satisfacción y estar y pasar sola con él, sin caer siquiera en cuenta que mi fortuna era una especialidad....Respetada siempre por él, uno de mis placeres más íntimos era estar tranquila a su lado. A este hombre virtuoso es a quien debo la mayor parte de mis buenos sentimientos. Las horas que pasábamos juntos las empleábamos en formar mi corazón para la virtud. Joven de 19 años, su amor le había vuelto reflexivo y prudente".

Contrae matrimonio

Al cumplir sus 19 años de temprana edad como ella diría después el 16 de febrero de 1847, contrajo matrimonio en Quito con el Dr. Sixto Antonio Galindo y Oroña, médico, natural de Nueva Granada, residente en el Ecuador a causa de las persecuciones políticas comunes de su patria. La dote de matrimonio se estipuló en 5.000 pesos que le fueron entregados por la novia. Él se encargó de hacerle continuar su educación literaria permitiendo la lectura de toda clase de libros hasta los que la colonia había prohibido por diversas causas, con esto Dolores logró una sólida ilustración, completa, variada y difícil de hallar en las mujeres u hombres de su tiempo, que unida a sus dotes naturales la convirtieron en una mujer excepcional.

Se convierte en madre

El 26 de noviembre del mismo año de su matrimonio fue madre de un niño bautizado con el nombre de Santiago, siendo madrina Rosa Ascázubi, primera mujer de García Moreno, su amiga y confidente. Poco después el Dr. Galindo decidió viajar a Guayaquil llamado por su concuñado el Coronel Sebastián Medina, casado con Josefina Veintimilla, única hermana de Dolores; así pues, el matrimonio y su tierno niño se establecieron en el puerto principal donde Dolores hizo numerosas y excelentes amistades pues la sociedad le recibió con las puertas abiertas.
De ésta época son dos composiciones "A Carmen, remitiéndole un jazmín del cabo" y "A la misma amiga" ambas dirigidas a Carmen Pérez Antepara, poetisa y también espíritu selecto; y buena parte de su poesía que traduce "la insatisfacción de un corazón que no era amado a la medida de lo que amaba" y por ello escribió "Quejas", "Sufrimientos", "Aspiración", "Anhelo" y "Desencanto" dentro del género romántico tan en boga por entonces.

Pasa a residir en Cuenca

En mayo de 1854 se trasladó a Cuenca con su esposo e hijo, alquilando un departamento en casa de Josefa Ordóñez, luego viajará su esposo a Centroamérica llamado por unos paisanos, con la ilusión de mejorar en el desempeño de su profesión de médico, dejándola sola y entre gente extraña; pero no la olvidará, de tal suerte que mensualmente le remesaba dinero a través de la casa Comercial "Estrada" de Guayaquil. ¿Por qué Galindo la dejó en Cuenca y no en el Puerto donde ella tenía a su hermana casada o en Quito con su madre? En ambos sitios hubiera estado Dolores bien acompañada y atendida. ¿Acaso el Dr. Galindo no se llevaba con su familia política?.
Otro aspecto importante en la conducta de este colombiano es que nunca estaba mucho tiempo en un sitio determinado. ¿Sería un inestable emocional, un dromomaníaco o simplemente un aventurero? Esta preguntas y otras más aún no las contestan los documentos.
Lo cierto es que Dolores inició en Cuenca una vida activa e intelectual rodeándose de jóvenes honestos y de personas de edad, todos ellos literatos y poetas, a quienes recibía en su departamento y con quienes charlaba y leía en inocentes tenidas. Entre los jóvenes que la visitaban anotamos a Antonio Merchán y García, Tomás Rendón Solano, Manuel A. Toral, Luis Muñoz, León Morales y Vítores y entre los de edad el Dr. Vicente Salazar y Lozano, que meses después moriría haciéndose acreedor a una "Nota Necrológica" de Dolores, amiga de sus hijas. Igualmente el Dr. Benigno Malo, el Dr. Mariano Cueva, Miguel Ángel Corral y Francisco Eugenio Tamariz, es decir, lo más apreciado de la sociedad y de la intelectualidad morlaca.

Testigo de ejecución e inicio de una disputa[editar]

En el "Álbum Literario" de Dolores, Benigno Malo escribió "Yo me limito a estimar en Ud. a la amiga, a la ecuatoriana que recuerda ciertos rasgos nobles de Penélope. Yo prefiero la virtud a la belleza y al genio ¿Y quien no preferiría el cielo a la tierra?" Frase que constituye el mejor certificado de su conducta viniendo de tan ilustre repúblico. I así transcurrieron algunos meses, pero un día su casera se disgustó con ella -quizá por el atraso en los pagos del arrendamiento- y mandó a ponerle los muebles afuera. Dolores se cambió a un segundo piso en la casa de Josefa Peñafiel situada en la misma calle "Bolívar", ocurriendo entonces el fusilamiento de un indígena llamado Tiburcio Lucero, acusado del delito de parricidio. Era el 20 de abril de 1.857 y Lucero fue sacado con escolta, cubierto de una túnica blanca manchada de rojo, crucifijo en mano y rodeado de varios sacerdotes que recitaban preces. El patíbulo se había levantado en la plaza de San Francisco, abarrotada de curiosos. Dolores había concurrido con varias amigas y ocupaba lugar preferente, desde allí vio a Lucero cuando éste trató de arrojarse sobre su esposa y cinco hijos, uno de ellos de pecho, que presenciaban la escena; pero la guardia impidió tal efusión de afectos y poco después Lucero caía fusilado, dispersándose la concurrencia.

Afectación y posterior suicidio

Ya en su casa y afectadísima por lo que había presenciado tomó la pluma y escribió "'Necrología" que apareció el día 27, en una hoja suelta, protestando contra la pena de muerte y pidiendo al "Gran Todo" que una generación más civilizada y humanitaria venga a borrar del Código de la Patria, dicha pena. El 5 de mayo circuló otra hoja conteniendo una réplica bajo el título de "Una graciosa Necrología", suscrita por "Unos colegiales" siendo su autor el Canónigo Dr. Ignacio Marchán, religioso torpe y vehemente, discípulo de Fray Vicente Solano, a quien de paso, menciona. La hoja acusábala de ser panteísta porque al referirse a Dios escribió "El Gran - Todo". Así las cosas alguien aconsejó a Dolores que conteste a Marchán con otra hoja que salió el 5 de mayo, con el pomposo título de "Otro campanillazo", dándole lecciones de gramática, de cordura y buenas maneras y recordando el incidente de la campanilla suscitado años atrás en la Iglesia Catedral, cuando el Dr. Andrés Villamagán a punta de campanillazos bajó a Marchán del púlpito donde predicaba; se dijo entonces que más por ignorancia que por otra razón Marchan había lanzado ideas falsas en religión o lo que es lo mismo, herejías. Y como Cuenca era una ciudad pequeña y falta de diversiones, esta inusitada y absurda polémica dividió al público en dos bandos, unos a favor y otros en contra de Dolores y no faltaron los espíritus innobles que mal aconsejaron a Marchán para que la siguiera vituperando con otro escrito que salió el 9 de mayo, en hoja titulada "La defensa de Madama Zoila" donde sin rubor ni respeto a su sexo llegó a decirle "Ud. carece hasta de la lógica natural ¿Que tiene que ver el culo con las temporas?.... y para mayor abundancia el 12 sacó otra hoja suscrita por "Roepan", con el título de "'Un curioso ratoncito" en la que dice: "Llorona". "Zoila", etc.
Y aunque no está probado y solo flota como conseja o leyenda se cuenta que una tarde que Dolores subía a la Iglesia del Belén, se topó con Fray Vicente Solano que venía por la acera opuesta y al verlo, dijo: ¿Allí va el perro de toda boda! pero fue contestada con un ¿Allí va la boda de todo perro! Estas "agudezas" motivaron comentarios y el vacío social no se dejó esperar. Dolores quedó aislada, lo que unido a diversas tribulaciones de orden económico y sentimental y a varios desaires recibidos, la llevaron a un estado de depresión. Para colmos, por esos días llegó a Cuenca la noticia del suicidio de la poetisa chilena Carolina Lizardi y esto terminó por desquiciarla, se sentía humillada, deshonrada, llena de vergüenza, traicionada por la mentalidad de la época y con tales tristezas el 23 salió al comercio, adquirió unas medias blancas, crespones de seda negra, varias velas y alguna cantidad de cianuro de potasio. Esa noche se vistió de blanco, sobre una mesita dejó dos cartas, una bellísima a su madre y otra inconclusa, escrita cuatro días antes a su marido y sobre un anaquel la poesía "La noche de mi dolor" y atracando por dentro las cerraduras de su dormitorio y prendidas todas las luces, bebió parte del contenido del vaso de veneno, luego se acostó y esperó la muerte.
A la madrugada su hijo la encontró en el suelo, aún con vida pero inconsciente y se puso a llorar (1) Tiempo después se apareció una sirvienta y empezó a gritar: ¿A mi niña la han envenenado! el perro lamía su cara. Vinieron varios vecinos y uno de ellos se llevó al niño, los demás miraban con curiosidad. Corríase el rumor que estaba embarazada..! El Dr. Mariano Cueva auxiliado por el Cor. José E. Valverde y por Antonio Marchán García despejaron el dormitorio de curiosos y el Dr. Agustín Cueva, hermano del primero, practicó la autopsia de 3 cavidades (craneana, pectoral y abdominal) dictaminando que no estaba embarazada. El poeta chileno Guillermo Blest Gana, de paso por Cuenca, costeó el sepelio en la quebrada de Supay- Guayco donde se enterraba a los réprobos.

Objeto de más ofensas

Después de muerta recibió el último manifiesto de ofensa de Solano, que en "La Escoba", el 21 de octubre escribió "Esta mujer con tufos de ilustrada había hecho apología de la abolición de la pena de muerte.

Traslado de sus restos a campo santo

Un año después llegó el Dr. Galindo y siguió juicio para que la Iglesia permita el entierro en sagrado. Se probó que Dolores había sido católica practicante, que su confesor era el Dr. Vicente Cuesta y que su suicidio se había debido a "una ligera enajenación mental". Obtenida la sentencia se trasladaron sus restos en una urna que costeó el viudo, a la bóveda que aún ocupa, .
(1) Santiago Galindo Veintimilla creció en Quito con su tía, fue secretario de la Sociedad Liberal en 1.866, contrajo matrimonio con su prima hermana Urbana Medina Veintimilla, tuvo descendencia y murió en 1.885, a los 38 años de edad.- Nota del Autor.

Su obra casi se pierde por completo[editar]

Poco quedaba de su poesía porque Dolores había quemado la mayor parte, se salvaron unos sonetos casi de milagro y fueron recogidos por su amigo Antonio Marchán.
En 1.886 se editaron cuatro de ellos en "La Lira Ecuatoriana" y su autor Vicente Emilio Molestina los colocó detrás de los de Olmedo, porque generacionalmente Dolores inauguró el romanticismo en el Ecuador, cerrando el neoclasismo. En 1.874 Federico Proaño publicó dos más en Guayaquil. "La Nueva Lira Ecuatoriana" de Juan Abel Echeverría nos dio otros cuatro poemas. En 1.880 Amadeo Izquieta publicó en "La Palabra" la composición en prosa titulada "Mi fantasía". En 1.908 Celiano Monge dio la más completa versión de su producción y el escrito "Recuerdos".

Sobre datos de su vida y biógrafos

Varios autores nos han dejado datos biográficos suyos: Juan León MeraGuillermo Blest GanaRemigio Crespo Toral la describió como La Safo ecuatoriana, pintándola hipersensible y exaltada. Nicolás Augusto González la defendió desde Centroamérica, luego Ricardo Márquez Tapia en 1.968 dio el primer libro biográfico y entre 1.976 y 77 Gonzalo Humberto Mata la redescubre en Dolores Veintimilla asesinada. Eudófilo Álvarez tiene un drama psicológico para teatro titulado Dolores Veintimilla de Galindo aún inédito. Marcelino Menéndez Pelayo la elogió, desde España, en el siglo pasado; y, la crítica nacional la ha situado entre las más elevadas voces de nuestra poesía, la mayor del romanticismo y por ser la primera mujer que luchó contra la pena de muerte en el Ecuador y en defensa de la clase indígena; pues, fue una mujer, de intuición genial, en sus ideas sociales y literarias.

Obra literaria

Dolores Veintimilla dejó pocas obras, las cuales fueron publicadas en conjunto por Celiano Monge en Quito después de la muerte de la poetisa.
Entre la prosa sobresalen Fantasía y Recuerdos. Son obras en las que dialoga con el pasado y en las que culpa al tiempo por haber dado una temprana muerte a sus ilusiones.
En el verso es donde mejor logra plasmar su dolor.
Con AspiraciónDesencantoAnheloSufrimientoLa noche y mi dolorQuejasA mis enemigosA un Reloj y A mi madre.
Cómo característica de estilo prefirió el verso rimado y musical, y que casi no se valió de metáforas u otras imágenes literarias para plasmar su dolor en sus escritos.


NUESTRA LITERATURA

LITERATURA ECUATORIANA

Literatura de Ecuador

La literatura ecuatoriana se ha caracterizado por ser esencialmente costumbrista y, en general, muy ligada a los sucesos exclusivamente nacionales, con narraciones que permiten vislumbrar cómo es y se desenvuelve la vida del ciudadano común y corriente.

clasicismo

De escritos antes de la llegada de los españoles, no se tiene ningún registro. Esto más que nada debido a que los incas no tenían un sistema de escritura establecido, por lo que sus leyendas y demás debían ser pasadas de generación en generación. En la época colonial en cambio, existen varios escritos de indígenas ecuatorianos en quechua. El más famoso de ellos es la llamada Elegía a la muerte de Atahualpa, atribuida a Jacinto Collahuazo, un cacique nacido en las cercanías de la ciudad de Ibarra.
Hablando de poesía, el máximo representante en Ecuador para esta época es el padre Juan Bautista Aguirre (1725-1786), nacido en Daule. Su poesía, al igual que la de la mayoría de poetas coloniales, está guiada por modelos españoles y es de temática casi exclusivamente religiosa. Otros poetas coloniales ecuatorianos son Antonio Bastidas y Jacinto de Evia.
El primer periodista ecuatoriano, Eugenio Espejo (1747-1795), de origen mestizo, fue un gran impulsor de la equidad entre clases y razas. también fue un político y escritor destacado. apoyó siempre a la modernización de la medicina en el Ecuador. Pues él mismo tuvo problemas cuando quiso estudiar, por ser hijo de una indígena. Su obra, periodística en esencia, muestra un carácter de guía, aunque al mismo tiempo de rebeldía contra las prácticas coloniales españolas.
Llegando a la época de la independencia, sale a la luz el guayaquileño José Joaquín de Olmedo (1780-1847), poeta de las gestas libertarias de Ecuador y América. Fue un poeta netamente neoclásico y es autor de obras que has pasado a la posteridad, entre ellas el Canto a Bolívar (que fue alabado enormemente por el propio libertador) y la Canción del 9 de octubre (que fue elegido como el himno de la ciudad de Guayaquil).

Romanticismo

El Romanticismo nace en Ecuador de la mano de la poetisa quiteña Dolores Veintimilla (1830-1857), la que exaltó el amor, la lucha contra los prejuicios y una tristeza por amores no correspondidos. Es célebre su poema Quejas, muestra de la gran melancolía que la atormentaba y que la llevaría en última instancia a suicidarse en la ciudad de Cuenca, en 1857.
Otros poetas románticos fueron el quiteño Julio Zaldumbide (1833-1887) y el guayaquileño Numa Pompilio Llona (1832-1907). Éste último gozó de gran fama tanto en Ecuador como en Perú, donde se radicó un tiempo. Fue diplomático en EspañaItaliaColombia y Francia, donde llegó a conocer al mismísimo Víctor Hugo.
En cuanto a la narrativa romántica, está el escritor ambateño Juan León Mera (1832-1894), considerado además un clásico en la literatura ecuatoriana e hispanohablante. Su obra maestra, Cumandá, es también una de las primeras novelas ecuatorianas y un límpido símbolo de los ideales del romanticismo. También escribió el Himno nacional del Ecuador y un libro de cuentos, Novelitas ecuatorianas.
En el género del ensayoJuan Montalvo (1832-1889), es el mayor representante ecuatoriano de todos los tiempos. Sus obras, entre las que cuentan Las CatilinariasSiete tratados y la novela Capítulos que se le olvidaron a Cervantes. Fue un acérrimo detractor de Gabriel García Moreno y del dictador Ignacio de Veintimilla. De hecho, Montalvo mismo ayudó a sacarlos del poder con sus ensayos, en los que llamaba al pueblo a levantarse y a acabar con la dictadura. A esto se refiere una de sus frases célebres: "Mi pluma lo mató.", en relación a García Moreno, y a Ignacio de Veintimilla apodó como "Ignacio de la Cuchilla".

Modernismo

El Modernismo llegó a Ecuador con considerable retraso respecto a los otros países. Razones para esto son las constantes guerras civiles a las que el país estaba sometido a causa de las disputas entre conservadores y liberales. Sin embargo, los exponentes del modernismo en Ecuador alcanzaron un nivel de prestigio muy alto en toda América y aún hoy siguen siendo incluidos en colecciones de poesía universal. Todos tienen como característica haber leído a Baudelaire y a Verlaine en su lengua original, y sus poesías están llenas de evocaciones a la muerte y al misticismo.
Los cuatro integrantes del modernismo en Ecuador fueron los guayaquileños Medardo Ángel Silva (1898-1919) y Ernesto Noboa y Caamaño(1891-1927); y los quiteños Arturo Borja (1892-1912) y Humberto Fierro (1890-1929). Estos fueron llamados posteriormente la Generación decapitada, principalmente por que los cuatro se suicidaron y por las características en común que compartían sus poesías.
Medardo Ángel Silva fue el más alabado entre ellos, considerado por muchos el poeta más fino que ha tenido el Ecuador, aunque aun así publicó en vida sólo un libro de poesías, El árbol del bien y del mal. Otros poetas ecuatorianos considerados también modernistas son el cuencanoAlfonso Moreno Mora (1890-1940) y el manabita José María Egas. (1896-1982).

Realismo social

El Realismo se inicia en el Ecuador con la novela de Luis A. Martínez (1869-1909) A la costa. Esta novela relata las pericias que tiene que pasar un muchacho de una familia conservadora quiteña cuando su padre muere. Se ve luego obligado a trabajar en una hacienda y al mismo tiempo a ver como su familia poco a poco se degrada hasta desintegrarse por completo. Todo esto con trasfondo de la victoria de la revolución liberal.
Pero el detonante para la aparición de los temas sociales en la literatura es el libro Los que se van, una colección de cuentos de los guayaquileños Demetrio Aguilera Malta(1909-1981), Joaquín Gallegos Lara (1911-1947) y Enrique Gil Gilbert (1912-1973); los cuales, junto a José de la Cuadra (1903-1941) y Alfredo Pareja Diezcanseco (1908-1993), formaron el llamado Grupo de Guayaquil. Todos estos escritores comprometidos con los temas sociales y determinados a mostrar la realidad del cholo montubio tal y como era (con jergas populares, palabras vulgares, escenas fuertes, etc).
Entre las numerosas obras que produjeron los integrantes de este grupo se cuentan clásicos tales como Los Sangurimas de José de la CuadraNuestro pan de Enrique Gil GilbertLas cruces sobre el agua de Joaquín Gallegos LaraSiete lunas y siete serpientes de Demetrio Aguilera Malta y Baldomera de Alfredo Pareja Diezcanseco; libros que se han dado gran fama por su fuerte contenido social y por la crudeza con que retratan la realidad.
Pero sin duda el mayor referente a la literatura ecuatoriana moderna es el novelista Jorge Icaza (1906-1978) con su novela Huasipungo, que es tal vez la obra ecuatoriana traducida a más idiomas. Otras novelas famosas y de alto contenido social de Icaza son por ejemplo la novela El Chulla Romero y Flores y la colección de cuentos Atrapados.

Generación del 30 y periodo de transición

Alfredo Pareja Diezcanseco
Un espíritu unificador en las propuestas narrativas de la generación de escritores de los años 30, resulta una tarea ardua por la cantidad de crítica y comentarios que vuelven ambigua esta categorización de principios y de ideales propios de una literatura menor como la ecuatoriana. El propio Jorge Icaza, en su ensayo, “Relato, espíritu unificador, en la generación del año 30”,1 reclama la falta de compromiso de los estudiosos e intelectuales ecuatorianos, “acostumbrados al comentario y al estudio de valores individuales y aislados en la historia de la literatura ecuatoriana, quienes no lograron, captar e interpretar a su debido tiempo y en su justa perspectiva el carácter unificador, en actitud y espíritu”, asociado a los grandes temas, como la forma mestiza, la emoción telúrica y los contornos de la personalidad hispanoamericana. Icaza, menciona que este espíritu unificador bullía en los tres grupos de escritores ecuatorianos que estaban ubicados en Guayaquil (José de la CuadraJoaquín Gallegos LaraDemetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert y Alfredo Pareja Diezcanseco), Quito (Fernando Chávez, Humberto Salvador, Jorge Fernández, Enrique Terán y Jorge Icaza) y en el Austro (Humberto Mata, Alfonso Cuesta y Cuesta, Ángel F. Rojas, y Pablo Palacio), pues a pesar de las diferencias regionales, “latía un fondo unificador” en un país que se encontraba en la etapa evolutiva del desarrollo, conformando una sociedad que buscaba un destino en lo político, económico y porque no decirlo en lo literario donde las capitales montuvias, cholas e indias, incorporaron la presencia de lo nacional en nuestra literatura, o como lo han afirmado críticos extranjeros “incorporó nuevas capas sociales hispanoamericanas en función de personajes de novelas y de cuentos, que obligaron al escritor a crear un nuevo estilo interpretativo y por consiguiente un nuevo estilo expresivo”.
Autores y obras representativas de la generación del 30: Pablo Palacio: Un hombre muerto a puntapiés (1927), Débora (1927) y Vida del ahorcado (1932); Humberto Salvador: En la ciudad he perdido una novela (1929); Alfredo Pareja Diezcanseco: El muelle (1933); Demetrio Aguilera Malta: Don Goyo (1933); José de la Cuadra: Los Sangurimas (1934) y Adalberto Ortiz: Juyungo (1943), Joaquín Gallegos Lara: Las cruces sobre el agua (1946); Ángel F. Rojas: El éxodo de Yangana (1949); Cesar Dávila Andrade: Abandonados en la tierra (cuentos, 1952), El hombre que limpió su arma (cuentos, 1955); Jorge Icaza: El Chulla Romero y Flores (1958).

Literatura contemporánea

En la literatura contemporánea podemos encontrar varios ensayistas importantes como Agustín Cueva y Bolívar Echeverría; narradores como Nelson Estupiñán BassNicolás Kingman Riofrío, a pesar de destacarse como poeta Jorge Enrique Adoum, escribió dos novelas cumbres en las letras ecuatorianas y latinoamericanas, es decir: Entre Marx y una mujer desnuda (1976) y Ciudad sin ángel (1995), Edgar Allan García, Javier Vásconez, Eliécer Cárdenas, Huilo Ruales, Santiago Páez, Adolfo Macías, Abdón Ubidia, Marco Antonio Rodríguez, Leonardo ValenciaGabriela Alemán, Iván Egüez, Jorge Luis Cáceres, Miguel Antonio Chávez, Esteban Mayorga, Elizabeth Quila, Eduardo Varas.
Autores y obras importantes: Raúl Pérez Torres: Teoría del desencanto (1985); Abdón Ubidia: Sueño de lobos (1986); Jorge Enrique Adoum: Ciudad sin ángel (1995, novela seleccionada al Rómulo Gallegos); Eliecer Cárdenas: Diario de un idolatra (1990, seleccionada al Rómulo Gallegos); Javier Vásconez: El viajero de Praga (1996), La sombra del apostador (1999, seleccionada al Rómulo Gallegos); Leonardo Valencia: La luna nómada (1995): Gabriela Alemán: Zoom (1997), Miguel Antonio Chávez: La maniobra de Heimlich (2010), Jorge Luis Cáceres: Aquellos extraños días en los que brillo (2012), Eduardo Varas: Los descosidos (2010), Esteban Mayorga: Un cuento violento (2007), Iván Egüez: Las Linares (1975) y Pájara la memoria (1985), Santiago Páez: Crónicas del Breve Reino (2006), Huilo Ruales: Maldeojo (2006), Adolfo Macías: El grito del hada (2010).

Poesía de vanguardia y contemporánea

En la vanguardia histórica, los nombres más importantes son: Jorge Carrera Andrade (1903 - 1978), poeta que se caracterizó por la constante combinación de lo universal y lo local, Gonzalo Escudero, Hugo Mayo y Alfredo Gangotena (en español y en francés). Después del período de la vanguardia, destaca especialmente César Dávila Andrade, aunque también son importantes Alejandro Carrión y Adalberto Ortiz (éste último se caracterizó por retratar el espíritu de la población afroecuatoriana en el Ecuador, especialmente en la provincia de Esmeraldas, bajo la influencia estética de poetas como Emilio Ballagas, Palés Matos y Nicolás Guillén, entre otros). En períodos más recientes han sido muy influyentes las obras de Jorge Enrique Adoum y Efraín Jara Idrovo, aunque también son muy significativas las obra de Francisco Tobar García, Francisco Granizo y Hugo Salazar Tamariz. Finalmente, en las últimas décadas los nombres más relevantes son, entre otros, Carlos Eduardo Jaramillo, Euler Granda, Alexis Naranjo, Sonia Manzano, Iván Carvajal, Iván Oñate, Julio Pazos,Humberto Vinueza, Javier Ponce, Fernando Nieto Cadena, Jorge Martillo, Roy Sigüenza, Edwin Madrid, Paco Benavides,Marcos Rivadeneira Silva, Luis Carlos Mussó, Manuel Zabala Ruíz, María Fernanda Espinosa y Nicolás Subí

sábado, 13 de febrero de 2016


Como Aplicar las normas  apa




educcion sexual


EDUCACIÓN SEXUAL



Educación sexual hace referencia al conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y la divulgación acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductor femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción —y, más específicamente, la reproducción humana—, los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los estudios de género y otros aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar una satisfactoria salud sexual y reproductiva









Es importante transmitir el conocimiento de la diversidad entre los seres humanos, los distintos modos de organizar la vida social, así como los roles y relaciones entre mujeres y varones y las diferentes formas de organización familiar.


Desde el 2008 la UNESCO comenzó a desarrollar programas que mejoren la orientación sexual impartida en las aulas educativas.El programa implementado por la UNESCO ha considerado las variables que pueden presentar cada grupo de individuos a los que se dirige la educación sexual, dichas variables son estudiadas por un grupo de expertos en áreas como: la antropología, la sociología, la epidemiología, la demografía, la psicología y el trabajo social. De los estudios realizados por la UNESCO destacan: “Orientaciones Técnicas Internacionales sobre la Educación sexual” y “Estudio del costo y la relación costo /eficacia de los programas de educación sexual”, el primero se encuentra dirigido a profesionales y a personas responsables de la toma de decisiones de los sectores de salud y educación para facilitar el desarrollo e implementación de materiales y programas impartidos en las escuelas. El segundo estudio proporciona información que demuestra lo conveniente que es invertir en los programas escolares de educación sexual ya que es un elemento fundamental para prevenir el VIH. En Argentina se denomina Educación Sexual Integral (ESI) y es impartida en los niveles de primaria —también lo será en secundaria— de manera transversal a las distintas áreas curriculares en el marco de los derechos sexuales y derechos reproductivos como derechos humanos que deben orientar la convivencia social y el desarrollo de comportamientos que prevengan el maltrato infantil, el abuso sexual, el abuso sexual infantil y la trata de niños/as. Una educación sexual integral deben promover el reconocimiento del cuerpo como totalidad con necesidades de afecto, cuidado y valoración. La relación con el propio cuerpo y el propio movimiento deben reconocerse como dimensiones significativas en la construcción de la identidad personal, sistematizando los conocimientos y prácticas que hacen al cuidado de la salud personal y colectiva, incluyendo la salud sexual y reproductiva desde una mirada integral.

saberes educativos







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